El funcionamiento del tratamiento automático
El tratamiento automático de sal funciona gracias a un método llamado "electrólisis". En primer lugar, deberá agregar sal a su piscina. La cantidad de sal depende del volumen de su piscina y del dispositivo que utilice. Por lo general, se necesitan alrededor de 3 a 5 g de sal por litro para tratar con sal una piscina estándar. El agua salada pasará por la célula, donde la sal se transformará en cloro antes de regresar a su piscina. De esta manera, disfrutará de una piscina desinfectada sin esfuerzo.
Los elementos que componen el electrolizador
El electrolizador de sal está compuesto por varios elementos que le permiten tratar su agua de manera eficaz y segura.
- La célula: Aquí es donde ocurre el fenómeno de la electrólisis. A menudo transparente, podrá observar el principio de la electrólisis y verificar el buen funcionamiento de los electrodos.
- Los electrodos: Los electrodos de la célula están hechos de titanio y metales preciosos (rutenio o iridio). Los electrodos pueden ser de dos tipos, placas o rejillas.
- Las sondas y sensores: Tendrá varias opciones según el dispositivo que haya decidido comprar.
- El cuadro eléctrico: Esta caja alimenta los electrodos de la célula. Permite realizar los diferentes ajustes del dispositivo, según la versión del dispositivo que haya elegido.
¿Qué precauciones tomar al tratar su piscina con sal?
Sin embargo, hay algunas precauciones que debe tomar si desea tratar su piscina con sal.
Tenga cuidado si su piscina está equipada con una cubierta o una persiana enrollable. De hecho, el cloro producido no se consumirá por los rayos del sol cuando cubra su piscina, lo que podría resultar en una concentración excesiva de cloro. El modo "piscina cubierta" que poseen algunos electrolizadores limitará este tipo de inconveniente. Para mantener un nivel constante de cloro en su piscina, puede optar por un dispositivo equipado con una sonda de medición de cloro (redox).
También tenga cuidado de no descuidar la temperatura del agua de su piscina. De hecho, un agua inferior a 16°C puede dañar los electrodos. Por esta razón, durante el invierno, se recomienda detener su dispositivo de sal, colocar las sondas en las soluciones adecuadas y seguir tratando su piscina con tabletas de cloro.
Algunos dispositivos están equipados con una sonda de medición de temperatura para detener automáticamente la producción de cloro cuando la temperatura es demasiado baja.
Es importante saber que el fenómeno de la electrólisis afecta al pH de su piscina. Por lo tanto, necesitará un regulador de pH sin el cual no podrá mantener una buena calidad de agua.
Tratar su piscina con sal: ¿cuáles son las ventajas?
El tratamiento automático con sal tiene muchas ventajas.
Ecológico y Económico
El tratamiento automático con sal es poco contaminante. Gracias a las diferentes sondas de regulación de pH y control redox (según el modelo elegido), su dispositivo inyectará en su piscina las cantidades exactas de productos necesarios para la desinfección y el equilibrio de su agua.
Esto evitará un consumo excesivo de productos químicos debido a una mala interpretación de los parámetros de su piscina y una dosificación aproximada.
El impacto negativo en el medio ambiente y en sus finanzas se verá considerablemente reducido a largo plazo.
Comodidad de baño
A diferencia de un tratamiento manual clásico con cloro, el cloro generado por electrólisis puede mantenerse a un nivel muy bajo. Un nivel de cloro demasiado alto en el agua de la piscina conlleva riesgos para los bañistas, así como una degradación prematura de los equipos de la piscina. El baño se vuelve mucho más cómodo para usted y sus hijos.
